Gracia apuesta por el impulso en Andalucía de una cultura de rendición de cuentas de la política ante la ciudadanía

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Manuel Gracia, durante su intervención

Destaca la importancia de la Reforma del Reglamento que se aprobará hoy en el Parlamento para dar más transparencia y participación

Apoya procedimientos en las administraciones para prevenir la corrupción como fijar precios estandarizados en los suministros y en las obras

Fecha
26/11/2014
  • El presidente del Parlamento de Andalucía, Manuel Gracia, ha apostado hoy por impulsar en Andalucía una "cultura de rendición de cuentas" ante la ciudadanía porque "la transparencia es imprescindible para la participación, y la participación genera una dinámica política distinta que conduce a una mayor autoexigencia de los representantes ante los representados", en referencia a la Reforma del Reglamento del Parlamento que se aprobará hoy en el Pleno de la Cámara.
  • Gracia ha expresado esta idea en el discurso que ha pronunciado esta mañana en Sevilla dentro del ciclo de conferencias del 'Forum Europa. Tribuna Andalucía', en el que ha sido presentado por el presidente de la Fundación Sevillana Endesa y presidente de la Academia de Ciencias Sociales y Medio Ambiente de Andalucía, Antonio Pascual.
  • El presidente de la Cámara andaluza ha destacado la importancia del acuerdo de los grupos políticos "para hacer posible más transparencia y más participación mediante una serie de medidas, como la presentación de enmiendas a los proyectos legislativos por las organizaciones sociales y los ciudadanos, o la publicación en la web de la agenda de los diputados y diputadas, entre otras" y ha anunciado que se pondrá en marcha el Portal de la Transparencia del Parlamento de Andalucía el próximo mes de diciembre.
  • Gracia ha defendido el papel de la política para la mejora de nuestros sistema democrático y ha asegurado que "la inmensa mayoría de las personas que se dedican a la política son honradas, y ellos, y no quienes les ignoran o les desprecian, son quienes mantienen viva la dignidad de la política". Ha apostado por una modernización de las estructuras de los partidos políticos que "han de invertir más en la formación, y en los criterios de selección de sus miembros".
  • "De la misma forma, los partidos políticos deben tener un código ético, que no solo marque nítidamente la línea entre lo público y lo privado frente a posibles corruptelas, sino que además establezca unos principios de actuación tanto hacia el interior de cada formación como en su relación con la ciudadanía. En lo que se refiere a la financiación de los partidos, sólo diré que debe ser mayoritariamente pública, sin que la financiación privada y las aportaciones de particulares, que solo podrán ser de personas físicas identificadas, puedan superar determinados porcentaje del presupuesto de cada formación, para evitar que puedan condicionar su actuación", ha dicho Gracia.
  • Sobre la lucha contra la corrupción, Gracia ha compartido las reflexiones de la Oficina Europea antifraude sobre la necesidad de diseñar en las administraciones "buenos procedimientos tanto en la fase de prevención como de detección, estableciendo reglas claras y transparentes para todos los operadores, para lo que podría ser útil fijar precios estandarizados en los suministros y en las obras. El uso intensivo de las TIC nos permitiría comparar precios y parámetros temporales en las adjudicaciones públicas, lo que haría posible el establecimiento de mecanismos de alerta de riesgo de corrupción, como podría ser, por ejemplo, la utilización de forma reiterada de procedimientos no abiertos de contratación con una misma empresa. Una mejoría de estos procesos haría menos necesaria y más fácil la fase de sanción".
  • Defensa de la Constitución
  • El pesidente del Parlamento ha dicho que se incluye "en el grupo de quienes piensan que hay que abordar un proceso reformista de nuestro sistema político e institucional" pero ha defendido expresamente el papel de la Constitución de 1978, porque si no fuera por ella "ni tendríamos acceso universal a la sanidad pública, ni el derecho a la educación podría ser ejercido por toda la ciudadanía, no habría un sistema de pensiones, ni existirían los derechos y libertades que hoy alcanzan a todos los españoles, ni, por supuesto, podríamos elegir a nuestros representantes por sufragio universal, libre, directo y secreto".
  • Para Gracia, "hay quienes, aprovechando el profundo malestar social causado por la crisis económica, y la vergüenza e indignación que provocan los casos de corrupción, califican a nuestro sistema institucional de “régimen”, le atribuyen la responsabilidad de nuestros males presentes, y propugnan un proceso de ruptura hacia no se sabe dónde que nos llevaría como por arte de magia hacia un futuro mejor. La Transición, y el consenso que hizo posible la Constitución, son menospreciados, como una especie de traición al pueblo, y como causa más o menos lejana de todos los problemas que tenemos hoy".
  • "Pues bien, quiero decir alto y claro que me siento orgulloso de haber formado parte de todo aquello, de haber intervenido en el debate y aprobación de la Constitución, de haber renunciado a algunas de mis posiciones políticas para hacer posible que la lucha de miles de hombres y mujeres que sufrieron persecución y exilio -cuando no la muerte- no fuera en vano, de haber contribuido con mi granito de arena a que España tuviera un sistema político democrático después de 40 años de dictadura, sistema que es, justamente, el que hace posible que quienes lo quieren destruir puedan defender libremente sus ideas y aspiren a obtener el poder".
  • Gracia ha abordado además las distintas reflexiones sobre el actual sistema electoral, "bien sea por la excesiva rigidez del sistema de listas cerradas y bloqueadas, bien por no asegurar la plena proporcionalidad, bien por no favorecer el contacto directo del parlamentario con los electores, o por otros motivos diversos. Todas esas cuestiones, además del reparto de escaños por circunscripciones, el tamaño de éstas y los gastos electorales, deberían ser contempladas de manera global para, en su caso, proceder a una reforma que, tras un necesario debate ciudadano, debería gozar de un apoyo amplísimo de las distintas fuerzas políticas pero sin intentar cambiarlas precipitada y unilateralmente por intereses partidarios".

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