Veinte años es mucho tiempo en la vida de cualquier persona y muy poco, casi un segundo, en la vida de una institución. En este espacio de tiempo, algunos afortunados hemos envejecido en el Parlamento, viendo la forma en que paso a paso se consolidaba como la institución central de la vida política andaluza, y ha sido una vivencia tan apasionante que nos parece que fue ayer cuando un caluroso día de junio de 1982 estábamos constituyendo el primer Parlamento de Andalucía en los Reales Alcázares de Sevilla.
Los parlamentarios andaluces, preocupados por el desarrollo de una institución nueva, hemos estado siempre muy preocupados por la calidad de nuestra labor. Por eso, hace cinco años, al cumplir quince nuestra institución, la Mesa del Parlamento decidió encargar una investigación a un grupo de especialistas que elaboraron con rigor académico un trabajo titulado "El Parlamento de Andalucía: Claves de un proceso institucional". Ahora, para dar cuenta de estos veinte años de intensa actividad política, hemos seguido otro camino: publicar los datos básicos tanto de las actividades del Parlamento como de sus protagonistas, las 399 personas que en algún momento han sido parlamentarios andaluces. De esta manera, facilitamos que los investigadores y, en general, todos los ciudadanos tengan a su disposición el material con el que elaborar sus propias conclusiones. Aplicamos así, de la forma más directa posible, lo que viene siendo una pauta de actuación de nuestra actividad: el principio de transparencia, de facilitar a los ciudadanos, a los que nos debemos -y a los que debemos los escaños-, el conocimiento de nuestra tarea. Para que nos valoren, para que nos juzguen, para que cuando ejerzan su derecho de voto tengan toda la información posible a su alcance.
El trabajo que presento ha sido elaborado por los servicios técnicos del Parlamento, un grupo de personal altamente cualificado a los que aquí quiero dar las gracias expresamente por este libro y, mucho más, por su labor constante de apoyo a nuestra tarea parlamentaria. Como muy bien decía el profesor Pérez Serrano en los años treinta, "sin ellos no se concibe ni asesoramiento útil de Mesa y Comisiones, ni diligente pesquisa de antecedentes e información, ni cuidadosa formulación de los textos legales, ni, en una palabra, provechosa labor del Parlamento".
En la particular lectura que hago yo de este recopilación de datos de los veinte años de vida parlamentaria compruebo que el balance positivo que hicieron los especialistas en su cardiograma del Parlamento hace cinco años sigue vigente, por no decir que el paciente ha incrementado su ya envidiable ritmo de trabajo, aunque, evidentemente, la valoración que hacen la mayoría y la minoría de la Cámara sobre lo así aprobado no sea coincidente.
Hace ya casi un siglo que se viene hablando de "crisis" del Parlamento, y es verdad que el siglo XX ha sido una época especialmente complicada para el Parlamento cuando las dictaduras de todo tipo intentaron suprimirlo achacándole que era una institución caduca y trasnochada. Afortunadamente, hoy tenemos más Estados democráticos que nunca en la Historia y la crisis de los Parlamentos es de otra naturaleza, de las dificultades de adaptar la institución representativa por excelencia a los nuevos retos que supone la nueva vida moderna, con sus rapídisimos cambios sociales, económicos y tecnológicos. Pero, por muchas dificultades que tengamos, creo que puedo escribir lo que me parece que he dicho ya en alguna ocasión, tras llevar cien años en crisis del Parlamento se puede decir lo mismo que decían sus amigos de Vicente Aleixandre: que el paciente tiene una delicada salud de hierro.
Pero no seguiré poniendo en valor la actividad parlamentaria pues es claro y evidente que todo lo que yo diga será considerado un alegato de parte interesada, pro domo sua, según el clásico discurso de Cicerón. Por eso, invito al lector a echar un vistazo al libro que tiene entre sus manos. Creo, sinceramente, que sus conclusiones no se alejarán demasiado de las mías.
Javier Torres Vela
Presidente del Parlamento de Andalucía
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